domingo, 27 de mayo de 2007

¿Dios o Universo?




La realidad es algo tan relativo como el tiempo, y esto no es una novedad.
¿Alguien puede decir que hora es en Marte, que día que fecha y que año? Es imposible puesto que el tiempo es algo que solo se mide aquí en la tierra pero no en un lugar que no gira en torno a nada.
El universo son el tiempo y el espacio, pero allá no se pueden medir estos mismos. Aun así algo muy interesante que surge a partir de estas preguntas es algo que esta muy en presente de las personas comunes que no son capaces de entender algo sin asociarlo a algo real ya conocido, y esto es la idea concreta de la existencia de Dios y su cabida en el universo.
“¡Dios está loco!, cómo se le ocurre darle conciencia al hombre del caos y el desorden.”Coronación, Silvio Caiozzi

El universo es Dios; él nos creó y creó todo lo existente; él es el tiempo y no lo puede medir; él es el espacio ya que es todo lo existente y al ser parte de esta realidad somos parte del universo como la iglesia nos dice que somos parte de Dios. No es que Dios habite en nosotros sino que nosotros habitamos en él y él maneja toda nuestra vida y de acuerdo a sus cambios es que nosotros también cambiamos. Al él le debemos la existencia por su constante destrucción y reordenamiento, y depende de su actividad común nuestra conservación en esta realidad.
No cabe duda que cielo mismo condiciona nuestro existir y este ha cambiado nuestra rutina humana durante toda nuestra existencia en la tierra. Marejadas regidas por la luna, lluvia de meteoritos, crecimiento del sol todo ha interrumpido de cierta forma la tradicional vida que llevó el ser humano desde los comienzos en el mar. Por esta razón es que ya hoy, después de la razón libre, podemos decir que ya sabemos quién es Dios; es el mismo universo, o que el universo es Dios, da lo mismo porque ya conocemos nuestros orígenes.
Nos creó un conjunto de casualidades y esas mismas casualidades nos están revelando la verdad de nuestra existencia material en un universo lleno de algo, en un lugar donde existe todo y no existe nada, un lugar que tiene un pequeño oasis de color azul y miles más sin conocer, la tierra.
Tenemos tantas ganas de conocer nuestra participación en esta realidad degenerada que ni siquiera nos damos cuenta de que somos menos que polvo microscópico. ¿O es que acaso la hormiga repregunta que rol cumple en la vida? Ella solo se preocupa de sobrevivir y no ha perdido ese norte como nosotros. Pero ella no se da cuenta de su propia existencia, no razona y es por esta causa que tampoco es capaz de hacer muchas cosas como pensar, amar, razonar, etc. Una hormiga y los animales en general solo se preocupan de seguir siendo.

Había quedado en deuda con la imagen de "La casa" y no me di cuenta sino hasta ahora.

La casa

"Es en lo que me voy a convertir, una casa olvidada
al final de una calle de mierda."
Esta casa me aterra. Tal vez no por lo que encierre cómo imagen sino por que lo significa para mi o por lo que yo buscaba plasmar en la fotografía.Así quiero terminar mis días, alejado de las hipócrita rutina de la vejez maldita y de la compasión por respeto. Alejado de las superfluas situaciones y del ritmo maldito de una vida perdida.
Si, le tengo miedo a la vejez pero con motivo justo. He vivido mi existencia entera con dos seres que ven vertiginosamente sus años pasar delante de sus ojos y luchan contra la soledad.
Pero yo no. Quiero saber que cuando llegue el día en que los años comiencen a matarme, a tomarme por el cuello lentamente, que estoy decidiendo entregarme a la soledad.
Escribiré?, no se, tal vez dedique mi vida a encontrar algo sin sentido o solo espere al día en que me envuelvan en madera y me cubran con tierra.
Escuchando a Callas siento la soledad cercana al fin de su propia gloria y creo que es imposible luchar en su contra. Callas me provoca el mismo terror que el que me infunda la casa maldita que decidí fotografiar un triste día 22.
Triste? si, las circunstancias de ese día de cierto infame mes del año me dejaron una enseñanza que aprendí hasta lo sumo "cómo pecas, pagas". Fue triste aprenderlo de esa manera pero así uno aprende a ser deferentes con el otro. Creo que por eso nos pasan cosas malas, por el simple hecho de aprender a ser deferentes con el que nos rodea... pero que difícil es aprender cuando se es soberbio... que difícil.
Esa casa me aterra... definitivamente me causa pena y terror... es en lo que me voy a convertir, una casa olvidada al final de una calle de mierda